Los implantes modernos están diseñados para durar muchos años, pero pueden requerir reemplazo en el futuro debido a diversos factores como el envejecimiento, cambios en el peso corporal o complicaciones.

Los principales tipos de implantes de mama son los de solución salina y los de gel de silicona cohesivo. Cada uno tiene sus propias características y beneficios, y la elección depende de las necesidades y preferencias individuales de la paciente.

El procedimiento de colocación de implantes de mama generalmente se realiza bajo anestesia general y puede involucrar incisiones en el pliegue mamario, la areola o la axila. El cirujano colocará los implantes en una ubicación específica, que puede ser submuscular o subglandular, según las necesidades de la paciente.

La recuperación varía según cada paciente, pero generalmente se necesitan varias semanas para que la hinchazón y los hematomas disminuyan por completo. Se recomienda evitar actividades físicas intensas durante al menos algunas semanas y seguir las instrucciones postoperatorias del cirujano.

Como con cualquier procedimiento quirúrgico, existen riesgos potenciales como infección, sangrado, cambios en la sensibilidad del pezón y complicaciones relacionadas con los implantes. Es importante discutir estos riesgos con el cirujano antes de someterse a la cirugía.

Los resultados finales de la cirugía de implantes de mama pueden tardar algunas semanas o incluso meses en desarrollarse por completo, ya que el cuerpo necesita tiempo para sanar y adaptarse a los nuevos implantes. Es importante tener paciencia y seguir las recomendaciones del cirujano durante el proceso de recuperación.